sábado, 7 de julio de 2012
EL TORO QUE LLORÓ.
En esta página pueden leer un caso real, donde un toro que es llevado al matadero entiende perfectamente lo que le va a ocurrir, y se pone a llorar negándose a entrar.
Este ejemplo es una clara demostración de que los animales (y también las plantas y árboles) tienen un raciocinio y sentimientos exactamente igual que los seres humanos, y por tanto aquellas personas que matan o hacen matar sin ningún beneficio a cambio a animales, plantas o árboles son unos/as auténticos/as CRIMINALES.
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