Estos primeros días de otoño se han podido observar multitud de aviones y golondrinas volando sin cesar por nuestra localidad: antes de emigrar están alimentándose de mosquitos e insectos y nos libran de esa auténtica plaga que hemos padecido. A ver si nuestras autoridades municipales no ceden a presiones de una minoría de vecinos/as y respetan nuestras zonas verdes y arbolado, que es lo que necesitan los pájaros para sobrevivir. Hay que evitar cualquier tala o poda de árboles y arbustos si no es estrictamente necesaria, y evitar también el uso de venenos de cualquier tipo.
Esto nos libraría de una nueva plaga de mosquitos el verano siguiente y haría que San Javier fuera mucho mas atractiva para el turismo: no hay nada que aleje mas al turismo que el destrozo del medio ambiente.
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